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Cuida de ti.
A decir verdad, nadie cuidará de ti más que tú mismo. Y precisamente en ti empieza todo. Si quieres que las cosas mejoren en tu vida…
A decir verdad, nadie cuidará de ti más que tú mismo. Y precisamente en ti empieza todo. Si quieres que las cosas mejoren en tu vida, debes empezar por ti mismo.
Mantén limpio tu cuerpo. Aunque parezca mentira, varias personas por una u otra razón, ocasionalmente no les da tiempo –o ganas– de asearse. Bañarse no sólo es cuestión de higiene, razón más que suficiente para hacerlo con regularidad, sino que además, el flujo del agua sobre ti, limpia también tu cuerpo energético y, además, recibes información sutil a través del agua. Por eso te surgen tantas ideas en la regadera. Atiéndelas. Limpiar tu cuerpo es mucho más que higiene.
Cepilla tus dientes. ¡Esto es más trascendente de lo que imaginas! Y sí, también es algo que va más allá de la higiene o el buen aliento. Ayer leía con atención un estudio de la Universidad de Bergen, en Noruega, donde se demuestra la presencia de una bacteria característica de la gingivitis en cerebros con Alzheimer. Así mismo, desde hace años los cardiólogos afirman que bacterias en la boca pueden ser causa de problemas cardiovasculares. Estos temas son poco conocidos por el público en general, el cual, sólo cree que existen caries y ya. No es normal que sangren tus encías, ni poquito. Pon atención a tus dientes y cuídalos cepillándolos, usando hilo dental y yendo a tu dentista. Además, tu presencia será más apreciada por los demás dado a tu mejor aliento.
Déjate cuidar y curar cuando enfermes. Parece increíble pero el ego de muchas personas les lleva a no querer quejarse ni informar cuando están enfermos, empeorando las cosas. El “es que no quiero preocupar a nadie”, termina por preocupar tremendamente a toda la familia más adelante. Por favor, si enfermas, si te sientes mal, si siente que algo no está bien contigo, ¡cuanto antes comunícalo a tu ser querido, o a tu médico o a una persona de tu confianza con poder para ayudarte! Sea lo que sea, por más mínima que sea la molestia, ¡avisa! No te imaginas cuánto agradecemos los médicos cuando alguien llega a consulta “en los primeros estadíos” de un padecimiento. Es cuando más fácil se puede solucionar.
Aliméntate adecuadamente. En este punto podríamos hablar bastante, pero para lo breve y valiosa que deseo hacer esta nota, debes saber perfectamente a lo que me refiero. Deja de alimentarte con chatarra o refrescos que sólo dañan tus dientes y tus riñones. Disminuye importantemente la ingesta de carbohidratos simples, deja totalmente el azúcar, y procura más vegetales, más verduras, proteína y grasas saludables. Una persona que se alimenta mal es un peso para sí mismo y para los demás, tiene poca energía todo el tiempo y la vida misma le pesa. Aligera la carga.
Descansa. Para muchos, el ritmo de vida muchas veces les hace trabajar más horas de lo que una persona promedio lo haría. Ocasionalmente puede justificarse, pero no lo hagas un estilo de vida. Necesitas descansar merecidamente. Además, una persona cansada es casi una amenaza para los demás y para sí mismo. Su carácter se hace hostil, se hace más irritable (con cualquier cosa), engorda más fácilmente, se desconcentra y en general hasta su vida puede correr riesgo si maneja maquinaria que requiere de fina atención, hasta manejar su automóvil. Una persona descansada tiene la energía para hacer las cosas bien y el carácter para mejorar toda convivencia.
Lee algo que eleve tu espíritu y dignifique tu persona. Así como cuidar de ti implica poner atención a tu cuerpo, igual de importante es poner atención a tu alma, tu espíritu, tu mente. Esfuérzate en leer más de un tuit. Un primer avance en esta época puede ser leer una nota como esta, pero un libro entero no estaría nada mal. Si deseas recibir en tu correo un mensaje como este, te invito a que te suscribas a mi boletín haciendo clic aquí.
Cuida de ti.
Afectuosamente,
Si entiendes, cambias.
–Dr. Alejandro ArizaZ.com