¡Sentir! Para eso nos envolvieron en un cuerpo.
Te estoy escribiendo esto en los albores de mi cumpleaños 54, a minutos de empezar el día. Este lunes 24 de julio, es el día que dedico a recordar, festejando, el tiempo que llevo encarnado como humano y me estoy festejando. Siempre he procurado tratarme extraordinariamente bien, pero en mi cumpleaños, exagero, merecidamente. Me gusta creerlo así.
Se me arremolinan tantas ideas que quisiera compartirte, que creo que hoy debo intentar ser más sucinto para no abusar de nuestro tiempo. Me encuentro escribiendo comodísimamente en mi suite, acostado, escuchando a Mozart, y con el mar de fondo, hasta esta sesión de escritura es parte de los placeres que me estoy dando, y aunque como tal lo podría extender, te digo que intentaré ser breve.
Dormí anoche de maravilla y se me abrieron los ojos hoy, 23 de julio, a las 6:00 A.M. Como lo aprendí hace tiempo: Un buen día empieza con la calidad de sueño de la noche anterior. ¡Tan, tan cierto! Todos los días empiezo meditando, pero estando en Playa del Carmen, es sublime salir a meditar escuchando las olas del mar de fondo. Y la magia empezó con el tema de mi meditación de hoy: "Hacer conciencia del momento presente". ¡Qué hermoso regalo, sentí que me envió Dios con este punto precisamente para este día! Y es que alrededor de los cumpleaños uno cae fácilmente en mover la atención al pasado o al futuro. ¡A enfocarse en el aquí y en el ahora! Este enfoque se practica, se debe de practicar. Solo así se mantiene un más en el presente. Y en mi caso, la palabra “presente” aplica tanto para el momento en el tiempo, como para sinónimo de regalo, mi regalo de cumpleaños. ¡Bendita meditación para hoy! Hay cuatro poderosas estrategias para ayudarnos a regresar al aquí y al ahora:
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