Hacer el bien
Acerca de mi filosofía de vida a más de 30 años de practicarla, acerca de lo que te sucede cuando haces el bien, siempre hay otra opción y optar por hacer el bien, bendice vidas, empezando por la tuya
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✍🏻 Editorial: “Hacer el bien”.
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No sé tú, pero yo ya estoy cansado de los intereses de las grandes corporaciones que hoy son las redes sociales y cómo ellos deciden sobre nosotros, ellos eligen qué mostrarte para que lo leas o no, según sus algoritmos.
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✍🏻 Editorial: “Hacer el bien”.
“Cuando hacemos lo mejor que podemos, nunca sabemos qué milagro se produce en nuestra vida o en la vida de otros”. –Hellen Keller.
Ya son más de 30 años de mi vida que los he dedicado a hacer el bien, expandiendo mi filosofía de vida mediante mis conferencias y dando consulta, así como todo comportamiento que la vida me permita en cualquier otro momento y de cualquier otra forma. Por alguna extraña razón, hoy, alrededor de las 6:00 a. m., "algo" me hizo tomar mi libro: Siempre hay otra opción y leer el primer capítulo, uno llamado, precisamente Hacer el bien. ¡Qué impresión me he llevado! Para mí, mis libros terminan siendo como los álbumes de fotografías que las familias de antaño veían para recordar su pasado. Esa es la magia que un libro mío tiene para mí cuando lo leo y ha pasado mucho tiempo de que no lo hacía. Hoy que "las redes sociales" salpican tanto nuestras vidas con tanto mal que se publica en ellas, y más en tiempos electorales, quiero compartirte "mis letras de bien", al mismo tiempo que mi sorpresa de que ya ha pasado toda una generación (25 años) desde que escribí esto, era alrededor de 1999:
“Es una verdadera bendición de Dios lo que estoy viviendo alrededor de estos días. Ya desde hace varios había experimentado la emoción y las ganas de compartirlo contigo, querido lector que tan asiduamente me sigues, pero solo hasta ahora he tenido tiempo de sentarme a escribir. Y es que he viajado como nunca antes, he tenido un crecimiento formidable y cada vez más personas adquieren un compromiso con una “Nueva Conciencia”. En las últimas 3 semanas he viajado con tanta frecuencia como jamás lo había hecho. He estado en el extranjero y en varios estados de la República Mexicana y todavía me faltan por visitar varios más, antes de que termine el año. En la Fundación Alejandro Ariza y Nueva Conciencia hemos crecido sin precedentes. Ya son 35 nuevos empresarios de alto nivel que en tan solo dos meses se han visto favorecidos con nuestra filosofía de vida. Todos ellos han contratado mis conferencias y existen extraordinarios planes de ayuda y crecimiento mutuo para el año 2000 y 2001. No puedo pedir mayor bendición en mi vida. ¿Por qué te comento esto? Porque sé que te dará gusto saber todo lo que se puede alcanzar “haciendo el bien”. En mi vida no he encontrado mayor dicha que el “dar”. Cuando Dios te permite percatarte de algún talento que Él te dio y te decides a vivir compartiéndolo con los demás, usándolo para hacer el bien a los demás, la vida se vuelve un auténtico milagro y una sublime y mágica aventura. Esto tenlo por seguro. Además, estoy viajando con los niveles de calidad que siempre soñé y ahora son una realidad. ¡Es tan bello darse cuenta de que uno ya está viviendo su sueño! Viajar a los mejores lugares, conocer a la gente más influyente dentro de diferentes gremios, hospedarse en las suites de los mejores hoteles de la República, comer los más exquisitos manjares de cada ciudad, convivir con la gente más valiosa que me he podido encontrar, compartir talentos y conversar con una gran plenitud espiritual ayudándonos mutuamente, y todo esto, por la simple razón de que me invitan cada vez más personas a llevarles mis conferencias y mis mensajes a sus empresas y familias. ¡Qué dicha estoy experimentando! Además, todo ello es por solo dedicarme a hacer el bien usando un talento que Dios me dio. Y lo mismo, exactamente lo mismo, puedes hacer tú, lo mismo te puede suceder o aún mejor. Basta que te concentres en buscar qué talento te fue dado y de inmediato te dediques a usarlo en beneficio de la humanidad. Es así de sencillo transformar tu vida. Es tan sencillo que lo único difícil es que te percates de lo sencillo que es.
Por otra parte, algo mágico me acaba de suceder y quiero compartirlo contigo, ya que será un gran crecimiento para nuestra filosofía de vida en nuevos horizontes y más poderosos alcances. Tengo un nuevo y extraordinario amigo, Patrick, a quien conocí hace tiempo y hoy estoy dialogando con él muy seriamente acerca de nuestros proyectos de vida, él es un extraordinario conferenciante que vive en la ciudad de San Diego, Cal., y ¡ya imaginamos hacer algo juntos todo el año entrante! Me ha invitado a llevar una Nueva Conciencia a la comunidad estudiantil de varias universidades norteamericanas de gran renombre y yo también lo he invitado a él a que pertenezca a mi selecto grupo de conferenciantes en México. Esta formidable alianza entre dos amigos que tenemos la misma misión en la vida se sucedió porque inevitablemente nos teníamos que conocer y así, hacer una bellísima amistad como la que ha surgido hoy, todo por dedicarnos a hacer el bien, todo para confirmar que la amistad sí existe. Ahora que Patrick y yo hemos estado platicando, ambos nos admiramos por todo lo que hemos tenido que pasar para llegar donde estamos hoy. Es impresionante la cantidad de envidias y problemas que hemos tenido que afrontar ambos, y estamos impactados por las indescriptibles semejanzas que hay en nuestras vidas en ese aspecto. Estamos seguros de que esas dificultades han surgido por ser personas que brillamos y que, de manera natural, se nos envidia. ¡Todo por hacer el bien! Es parte del paquete. Es interesante ver cómo la envidia –la tristeza del bien ajeno— de ciertas personas es lo que más les desgasta, mientras que, al mismo tiempo, uno sigue avanzando y creciendo en su diario proceder. Además, ya casi no nos damos cuenta de aquellas personas que anhelan nuestro fracaso, y es que estamos tan lejos de esos menesteres. ¿Te ha pasado algo igual? ¿Te has sentido lejos, muy lejos, de aquellos que te envidian y se mueren del coraje por tu innegable triunfo y éxito en la vida? Si te ha pasado, es un claro signo de que vas por buen camino, haciendo el bien. Además, como comentábamos en nuestra última platica en San Diego, es poderosísima la dimensión en que se sumerge una persona cuando solo enfoca su mente en hacer el bien. Nada malo te sucede. Nadie te alcanza. Nadie te afecta para mal. Tu vida se convierte en una sublime aventura diaria de éxito y triunfo. En esto coincide Wayne Dyer, Anthony Robbins, Patrick Combs y Alejandro Ariza.
“Mantén tu rostro al sol y así no verás las sombras”. –Hellen Keller.
Quiero decirte algo que he aprendido alrededor de estos días: Cuando buscas el amor y la felicidad, estas te eluden con gran facilidad, pero cuando te conviertes en ellos, están ahí precisamente. Es formidable apreciar a todas las personas que se te acerquen, sean quien sean, tengan las costumbres que tengan, vale la pena hacer el bien a quien se te acerque. Por algo se te acerca alguien: Es una oportunidad de ayuda que no debes despreciar. Fíjate bien y verás cómo tu propia familia se te acerca con frecuencia y ahí están las oportunidades rodeándote continuamente. Siempre alguien se te acercará porque necesita algo de ti. Si está en ti la posibilidad de ayuda, haz el bien y sigue tu camino. Luego, observa lo que te sucede. No pasará mucho tiempo para que algo mágico te suceda a ti. Es la ley de la vida. Así fue como conocí y viajé hasta San Diego para conocer a mi magnífico amigo Patrick y programar nuestras conferencias incluso para ¡este año! Me di cuenta de que cada vez que alguien quiere imitar nuestros pasos, como los que hemos dado Patrick o yo, pienso en la bella frase de Concepción Arenal, escritora y socióloga española: “El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas”.
Aprovecho este momento para agradecer profundamente la enorme cantidad de correos electrónicos y así mismo la gran cantidad de testimoniales en todos mis cursos y seminarios de este año, en donde con cariño y respeto se me ha dicho incontable número de veces: “...Ariza, quiero ser alguien de Nueva Conciencia, seguirte, ser y hacer algo como tú...”. Gracias por esa ilusión de querer hacer el bien a los demás. Vale la pena unirnos en esta noble y trascendente misión: Hacer el bien.
Recuerdo que estaba en una bella ciudad de la provincia mexicana dando mi opinión a un empresario que había solicitado mi consultoría como conferenciante motivador. Quería saber cómo mejorar su liderazgo. Me lo preguntaba porque me confesó que en varios momentos se había sentido muy solo, que ya casi con nadie intimaba y eso lo hacía sentirse un poco mal. Le comenté que eso es lo más natural en la vida de un líder, y le hablé por propia experiencia. Se trataba del director general de una famosa empresa del bajío y le comenté que esa sensación de soledad es lo más natural cuando uno está “hasta arriba”.
“No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad”. –Ludwig van Beethoven
Ese "hasta arriba" es un lugar muy solitario, pero es el propio de los líderes que actúan con bondad. Además, esa soledad es muy subjetiva porque con el tiempo uno se empieza a acostumbrar y súbitamente surgen amigos de ese nuevo nivel. Hay muy pocos, pero lo hay. El simple hecho de que uno no tenga los hábitos y las costumbres de varios de los empleados y colaboradores de una empresa, hace que no se nos invite a ciertos convivios que entre “ellos” hacen. De hecho, cuando uno como líder se presenta en una reunión de la empresa, todo cambia en el ambiente de ese momento. “Llegó el jefe” y no se puede tener la confianza que se tenía en ausencia del mismo. Eso sucede siempre e insisto, es algo natural con lo que hay que acostumbrarse a vivir cuando uno es el líder o máxima autoridad. Cuando por la posición que ocupamos en la sociedad, académica, económica, moral o espiritualmente, uno brilla demasiado, significa que se ha llegado la “Edad del Sol” espiritual: la Sol-Edad. Así entiendo la sol-edad y me motiva mucho sentirla hoy en día. ¿Ya te fijaste por qué se le llama “Soledad”?
Recuerdo que salió muy satisfecho y gratamente impactado con mi explicación. Hice el bien para él. Luego de nuestra charla y cuando yo me dirigía a mi habitación, solo, me dije: “....¡Ah, caray! De veras que uno, cuando es líder, agente de cambio, emprendedor, suele estar solo, heee...”. Y en ese momento, mientras lo pensaba, mientras comenzaba a sentir una sensación de soledad (puesto que había enfocado mi mente en el tema al hablar de él), en ese preciso momento recibí una llamada a mi celular. Lo contesté y era precisamente Patrick, preguntándome cómo estaba y que le urgía verme. Definitivamente, uno no está solo. Únicamente existen breves momentos de confrontación con nuestro propio brillo y crecimiento, esos son los momentos de Sol-edad. Y bien vale la pena tenerlos porque es cuando uno puede pensar más en cómo hacer el bien a los demás usando nuestros talentos.
No me importa el talento que tengas, sea el que sea, úsalo cuanto antes para hacer el bien y tu vida se convertirá en una mágica y milagrosa aventura cotidiana. Habrá envidas y existirán personas que te quieran tirar de tu pedestal, haciendo hasta lo indecible por dañarte, inventando farsas de ti, eso es normal y confirmará rotundamente tu brillo. Esa es una innegable señal de que los demás te empiezan a ver muy alto y con un gran brillo. Felicítate cuando vivas esto. Así, quiero que sepas que tienes un talento dentro de ti, sabe esto con toda certeza. Si crees –erróneamente— que no tienes ningún talento, es que no te has dedicado concienzudamente a buscarlo, o bien, cabe la posibilidad de que estés encaprichado con tener un talento que realmente no tienes y así estás dejando de lado uno que sí tienes y no le has hecho caso. Piensa en esto.
“Al bien hacer jamás le falta premio”. –Miguel de Cervantes S.
Cuando uno hace el bien a los demás, algo se transforma dentro de uno mismo, se altera profundamente nuestra identidad y con ella, nuestra cosmovisión. Incluso vemos diferentes a las personas. En esto es en lo único en lo que hay que tener cuidado y precaución, esta será la única sana advertencia que quiero compartirte en nuestra reflexión semanal. Ya te he dicho que vale la pena hacer el bien a toda persona que se acerca a ti, pero también debo decirte lo que Marco Tulio Cicerón, político y escritor, afirmó categóricamente en alguna ocasión: “Cuanto mejor es una persona, más difícilmente sospecha de la maldad de los demás”, y esto te puede confundir –como varias veces me pasó a mí—. Si decides transformarte en un ser humano que hace el bien, te recomiendo que con cierta regularidad preguntes cómo ven los demás a las personas que tú percibes como buenas, ya que tu percepción puede estar alterada por tu identidad de bondad. Escucha con atención la opinión de los demás, te podrás ahorrar muchos descalabros. Si encuentras en tu camino a gente con un corazón y mente inundados de maldad –porque existen de manera definitiva—, detéctalos, envíales tu bendición y hazte a un lado y sigue tu camino de bondad muy lejos del de ellos. Gente mala, se puede disfrazar de amigos o socios, de gente aparentemente buena, pero ten cuidado porque si les ayudas cabe la posibilidad de que solo estés criando cuervos que luego intentarán sacarte los ojos. ¿Dentro de la familia puede haber individuos así? ¡Sí! Sugiero el mismo tratamiento. Identifica bien a esas personas, envíales tu amor (siempre de lejos) y sigue adelante.
Cambia y mejora tu medio de relación de ser necesario y sigue haciendo el bien. Que tu identidad de bondad no cambie por nada ni por nadie. Solo necesitas cambiar el medio en donde te desenvuelves. Ese es el gran desafío que toda persona bondadosa afronta día a día.
“Hacer bien a villanos es echar agua en el mar”. –Miguel de Cervantes S.
Todos podemos hacer el bien, pero hacerlo usando nuestro mayor talento te posiciona en una dimensión de extraordinaria ayuda, te hace líder en tu campo, te hará brillar a tal grado que iluminarás el camino de otras personas, es tu edad de Sol. Te empezarán a decir “iluminado” y muy posiblemente tú ni sabrás por qué. Sigue haciendo el bien, no importando nada que te suceda y brillarás aún más. Más gente te buscará, más personas conocerás, y llegará el momento en que conozcas a las personas que debías conocer para unir talentos y generar una luz aún mayor en beneficio de la sociedad. Lo que ahora te digo es algo que está surgiendo de mi corazón en este momento. Te suplico que tomes mi postura como una reflexión más de nuestros momentos para crecer a través de esta publicación semanal, lejos de toda postura arrogante o con un matiz mesiánico, solo quiero compartir contigo la maravilla que es dejarte fluir haciendo el bien. Lo mejor te sucederá. Las personas que estorbaban tu camino, desaparecerán como por arte de magia, tu familia se transformará en una fuente inagotable de energía y paz, aparecerán verdaderos amigos y la pareja de tu vida llegará a compartir tu misión como un noble objetivo de vida. Es indescriptible la emoción que puedes sentir viviendo así. Gozarás más todo, desde una bebida, hasta una película o un buen libro, sin olvidar lo formidable de una charla.
Nunca pensé vivir las maravillas que hoy vivo. Ni en sueños había pensado lo que hoy me sucede. En verdad tenía muchas ganas de decirte esto porque cada vez me convenzo más que “El Paraíso” está aquí abajo, en plena Tierra, cuando te dedicas con todo tu ser a hacer el bien, a quien puedas, usando tus mayores talentos, en todas direcciones y momentos, muy por arriba de los límites de horarios y tiempo, con el corazón y la mente dedicados a ayudar al ser humano a ser más humano. La alegría de hacer el bien está en sembrar en todo momento, no en recoger. No esperes el Juicio Final, porque este tiene lugar todos los días. Vivir la experiencia de hacer el bien, como sé que muy posiblemente ya la estés viviendo, es otra formidable manera de sentir una gran...
¡Emoción por existir!”.
P.D.: Al paso de los años, más de 25 años después de haber escrito lo que está aquí arriba, vuelvo a dar fe de mis propias palabras. Además, quiero agregar que al hacer el bien, en el simple y poderoso hecho de hacerlo, ya se vive la recompensa: precisamente el poder hacerlo. Uno no debe nunca actuar bien por esperar una recompensa, ya que esta sucede implícita al hacer el bien, por el simple hecho de haber elegido hacerlo. Cuando ayudes, dentro de ti siente gratitud y mentalmente di "gracias", porque te tocó estar del lado del que tiene tanto que puede dar y no del que necesita.
Hacer el bien, muchas veces permite que otros logren sentir la mano de Dios, a través de ti. ¡Qué dimensión de honor!
📸 La foto de la semana
Esta semana fui al Munal (Museo Nacional de Arte) aquí en la CDMX. Lo acabo de conocer. Exponerte al arte es sentir el bien hacer que el artista logra para quien aprecia.
📝 La frase de la semana
“Hacer el bien es poderosa fuente de paz y alegría personal”.
–Alejandro Ariza Z.
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Maravilloso recuerdo del libro y tan actual y vigente.
Dr.
Estoy asombrada de tan sublime reflexión , tan profunda , ha tocado una alma y créame , su labor es majestuosa , gracias , gracias, gracias. 🙏🏻 por tanto y por todo lo compartido , sigo sus consejos paso a paso a mi ritmo , estoy segura que pronto lo conoceré. Dios lo bendiga por el AMOR QUE RECORRE CADA LETRA Y CADA PALABRA DE ESTA REFLEXIÓN, saludos cordiales .