Hay poder en la oración
Cuando tienes evidencia, ya no puede haber duda. Existen efectos transformadores en la vida de un ser humano cuando hace oración, y te compartiré una poderosa.
Estimad@ lectora, lector:
Hola.
¡Día de Reyes! Ya es 6 de enero. ¿Se te pasaron rápido estos primeros días el año? Pues así va a ser todo el año, verás. Como el 2024 que se fue volando. O… más bien, nos estamos yendo nosotros, volando. Por eso es tan valioso “detenernos” un rato. Ese es uno de los efectos de la buena lectura. Espero que la encuentres aquí. Hoy, te comparto un tema que sentí como impulso irrefrenable para hacerlo. Espero que disfrutes, tanto o más, de lo que yo disfruté de escribirte.
En esta publicación, te comparto:
💡 Noticias.
✍🏻 Columna: “Hay poder en la oración”.
📕 La recomendación del libro de la semana
📸 La imagen de la semana
📝 La frase de la semana
💡 Noticias:
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✍🏻 Columna: “Hay poder en la oración”.
Hoy al amanecer, estudiando mi devocional, me inspiré para escribir una breve nota en mi Substack:
"La oración, cambia, salva y transforma realidades. La oración tiene un poder inmenso. Un día lo comprobarás".
Por alguna razón, sentí el impulso de también compartirla en mi “X”. Me llamó la atención que, de inmediato, algunos seguidores le dieron “like”. Son de esas cosas que, desde hace muchos años, no le doy importancia porque pertenezco a una generación de escritores en donde no existían los “Likes” o los “Me gusta”. Nosotros escribíamos porque a nosotros mismos nos gustaba y ese gusto era más que suficiente, por lo menos, ese es mi caso. De hecho, para un escritor en línea, hoy en día, saber que alguien te lee, es un misterio. Los algoritmos que te bloquean hacen que, ocasionalmente, pienses que escribes al vacío. Remonta en trascendencia de que el único gusto que uno debe de tener es el gusto por escribir, no por ser reconocido. Eso ya le corresponde al otro. Al algoritmo, quizá.
Sin embargo, en esta línea de pensamiento —la oración—, en mi devocional de hoy, recibí la invitación a rezar una oración que percibí como hermosa, de verdad, la sentí sublime. Tocó mi corazón. Resonó en mi ser. Sentí transformación en segundos. Y, como siempre, lo que pruebo, compruebo y apruebo como bueno para el ser humano, siento el impulso irrefrenable por compartirlo. Y qué mejor, empezando un mes, un año. Te recomiendo que con toda concentración, despacio, leas, sientas y hagas esta bellísima oración: