Más despacio, sin prisa.
Acerca de lo que parece volver a aprender a realmente vivir, acerca de la percepción del tiempo y del disfrute de la vida. Acerca de tu vida, mi vida, de nosotros.
Sensible lectora, lector:
Otra semana más juntos, qué emoción y qué admirable a la vez, pasa el tiempo, ¡tan veloz!, que hoy quiero darte algunas sugerencias para meterle freno, porque si no, la vida se nos va. Así, desarrollando este tema, cuán valioso es detenernos un ratito a leer sin prisa. A sentirnos desde el alma, tal cual suele pasar mientras alguien escribe y otro lee. Me alegro tanto de que coincidamos aquí.
Por ello, aprecio tanto que nos “detengamos” un momento para nuestro encuentro aquí, es parte de nuestro privilegio. Mi publicación de esta semana con un tema desafiante para más de uno, el reto de ir más despacio, sin prisa. Esta semana todos me leerán en forma completa porque es mi publicación mensual, gratuita para todo el mundo. De estas hay solo una al mes. Me alegra mucho que como personas altamente sensibles, sincronicemos y sintonicemos aquí.
En esta publicación, te comparto:
🤳🏻 Te invito a nuestras notas privadas
💡 Noticia: “ArizaTips” como ventaja para ti
✍🏻 Editorial: “Más despacio, sin prisa”.
📕 La recomendación del libro de la semana
📸 La foto de la semana
📝 La frase de la semana
🤳🏻 Te invito a nuestras notas privadas
Te quiero sugerir que aprendas a usar Substack para disfrutar de las “notas”, que son como entradas de Facebook, pero sin todo lo malo de Facebook. Te explico cómo en el último párrafo de este apartado. No sé tú, pero yo ya estoy cansado de los intereses de las grandes corporaciones que hoy son las redes sociales y cómo ellos deciden sobre nosotros, ellos eligen qué mostrarte para que lo leas o no, según sus algoritmos.
¿No te gustaría que nos comunicáramos normalmente y sin filtros? Pues eso existe aquí en las “Notas” de Substack. Es un tipo de red social y chat privados. Por favor, haz clic aquí para que leas al respecto y aproveches.
Escribo breves notas casi a diario para ti. Una vez que descargues la app, en la parte inferior hay una “casita”, haz clic ahí o, de hecho, ya es la posición por defecto. Luego, a la derecha de donde dice “Notas” hay unas líneas horizontales, si haces clic ahí podrás elegir entre “Explorar” y “Seguidos (Following)”, haz clic en “Following” y ahí tendrás las notas de la gente que sigas, como a mí. Ahí podemos opinar y escribir los dos.
¡Haz de “Substack” tu app preferida de lectura e intercambio de ideas con tus autores preferidos! Te garantizo una experiencia extraordinaria.
💡 Noticia: ArizaTips
Te quiero platicar que he decidido mantener dentro de esta plataforma, Substack, las publicaciones mis ArizaTips. Ya debes saber que se tratan de textos cortos, pero muy frecuentes… ¡Serán casi diario! De esa manera, te tengo la buena noticia de que por ser suscriptor VIP, podrás recibirlos en tu correo y revisarlos en tu app de “Substack”, que espero ya hayas descargado en tu celular.
✍🏻 Editorial: “Más despacio, sin prisa”.
"Despacio que voy de prisa". –Napoleón Bonaparte.
¿Sientes que el tiempo se está pasando muy rápido? Si eres como la mayoría de nosotros, seguro que sí. Y es que sí, efectivamente, el tiempo pasa más veloz que antes y existen explicaciones físicas, astrológicas, de psicología social y espirituales para el tema. Por supuesto que no tocaré el tema de esas explicaciones porque sería material para todo un libro, pero no quiero dejar pasar una en especial, una breve explicación, pero que también acelera nuestra vida: nuestras nuevas costumbres de comunicación e interacción. Y así como explicártela, meritorio será compartirte una solución para no ir tan rápido. Vamos, a lo que voy es que si el tiempo, ya de por sí, está pasando más rápido que antes, si la percepción del tiempo la tenemos más veloz que antes, ahora muchos, sin darnos cuenta, aceleramos aún más nuestra experiencia en el tiempo. En esa parte creo que tenemos control para meter el freno. ¿A poco no te gustaría que sintieras que el día te durara más, que una experiencia gratificante la pudieras disfrutar más tiempo?
Algunos de ustedes saben que uno de mis propósitos de Año Nuevo, de este 2024, fue vivir sin prisa. ¡Y lo vengo logrando con vítores! Descubrí un error en el que caemos donde, inconscientemente, aceleramos aún más nuestra vida que, de por sí, ya va rápido. Sugiero que metamos freno.
Algunos teóricos afirman que el tiempo en sí mismo no se acelera ni se desacelera, sino que nuestra percepción del tiempo puede variar. Yo, por otro lado, he leído que sí, el tiempo sí "dura menos" que antes y ya te he dicho que hasta explicaciones físicas-planetarias, existen. Pero bueno, de una u otra manera, sentimos que el tiempo vuela. Parece que fue ayer el inicio de año y ya vamos a la mitad –por cierto, ¿cómo van tus propósitos de Año Nuevo?–. Percibimos que la vida va más rápido, mucho más. Parece que una de las razones de esto es el uso constante de la tecnología y cómo esta ha cambiado nuestras formas de comunicación e interacción.
Hoy en día, cada vez más personas se brincan la Introducción de un libro, envían un emoticón en vez de la tediosa y tardada tarea de escribir describiendo una emoción y el porqué la sentimos; hoy en día las personas deciden cuándo ver una serie o programa de televisión preferido porque está disponible siempre, para la hora en que quieras, y así alteras un orden que termina afectándote, vamos, hasta si te empiezas a aburrir, puedes hacer clic en el botón de "adelantar", para ir viendo las imágenes velozmente y ya te medio imaginas lo que dicen y pasa mientras tanto. Hoy en día puedes comunicarte con alguien del otro lado del mundo en la inmediatez de tomar tu dispositivo móvil y enviar un mensaje de Whatsapp. Hoy en día, los chavos así se desesperan mucho y prefieren comunicarse mediante un mensaje que tomar la llamada y hablar, porque es más tardado. Hoy en día, así los chavos y la gente ya de otras edades mayores también afectadas por este nuevo inconsciente colectivo de velocidad. Hoy en día, ver un video que dura más de 10 minutos, ya se les hace eterno a más de uno, mejor no verlo y buscar otro más breve. Hoy en día prefieres prepararte un café "instantáneo" que tener que esperar largos cuatro minutos para prepararlo en una prensa francesa. Ni hablar de un té donde se tiene que esperar unos más largos cinco minutos. Hoy en día prefieres calentarte algo en el horno de microondas, que esperar en la tardada estufa. Hoy en día el mercado se empieza a emocionar por la novedad de un auto eléctrico que los de combustión interna, y no por el ahorro de gasolina, sino porque al apenas tocar el acelerador, responde de inmediato y corre a mayor velocidad. ¿Vas viendo cómo mediante nuestras elecciones aceleramos lo que de por sí ya va rápido? Aquí no quiero dejar de observar una ironía: toda esta nueva generación que todo lo quiere rápido, deja de ver el video largo de 10 minutos, y termina rápido de revisar solo imágenes en el IG sin esforzarse en leer más de dos renglones de un meme, para… ¡al fin terminar! Y luego de ello, ¡no tienen nada que hacer! A las nuevas generaciones se les entrenó a creer que hay éxito si terminan pronto. Acabar es el objetivo, aunque luego no tengan nada que hacer. No importa si no se aprende nada ni hay mejora en su calidad de vida. Así, al haber terminado y no tener que hacer nada posteriormente –porque no pasó nada en realidad–, surge un vacío existencial y regresan a consumir más contenido, rápidamente, para terminar pronto. Vuelve el vacío. Se crea un círculo vicioso donde no se crece ni se disfruta en realidad.
Hoy en día, vivimos en un mundo donde todo es inmediato, y mientras más inmediatez, mejor aún. Las noticias, las conversaciones, el entretenimiento; todo está al alcance de un clic y precisamente esto favorece nuestra percepción de que nuestros días parezcan más cortos. Estamos tan ocupados navegando en internet, chequeando nuestras redes sociales o respondiendo emails ahora en la palma de la mano y en cualquier momento, que a veces olvidamos detenernos a disfrutar del presente. La velocidad con la que "scroleas" tu Instagram, la ansiedad por querer ver más y más en menor tiempo, crea un hábito en tu vida real. Tu vida digital afecta tu vida real. Por eso te desespera conversar con ciertas personas. La información que obtienes en una conversación, ya la empiezas a sentir lenta, aburrida y desesperante por lo mismo, y esto sucede porque, sin darte cuenta, comparas la velocidad con tu desplazamiento y consumo de información en las redes sociales. Por eso, platicando con ciertas personas, te dan ganas de gritarle: "¡Ay ya dime, ve al grano!", o por lo menos lo piensas o, mientras hablas, tu mente está en otro lado.
Hoy en día, vivimos en un mundo donde todo es inmediato, y mientras más inmediatez, mejor aún. Las noticias, las conversaciones, el entretenimiento; todo está al alcance de un clic y precisamente esto favorece nuestra percepción de que nuestros días parezcan más cortos. Estamos tan ocupados navegando en internet, chequeando nuestras redes sociales o respondiendo emails ahora en la palma de la mano y en cualquier momento, que a veces olvidamos detenernos a disfrutar del presente. La velocidad con la que "scroleas" tu Instagram, la ansiedad por querer ver más y más en menor tiempo, crea un hábito en tu vida real. Tu vida digital afecta tu vida real. Por eso te desespera conversar con ciertas personas. La información que obtienes en una conversación, ya la empiezas a sentir lenta, aburrida y desesperante por lo mismo, y esto sucede porque, sin darte cuenta, comparas la velocidad con tu desplazamiento y consumo de información en las redes sociales. Por eso, platicando con ciertas personas, te dan ganas de gritarle: "¡Ay ya dime, ve al grano!", o por lo menos lo piensas o, mientras hablas, tu mente ya está en otro lado.
Además, la forma en que procesamos la información también ha cambiado. Antes nos tomábamos el tiempo para leer un libro o ver una película sin distracciones. Ahora, estamos constantemente divididos entre varias actividades al mismo tiempo: viendo la televisión mientras navegamos por Internet, leyendo un libro mientras revisamos nuestro teléfono... Esto provoca que nuestro cerebro tenga que trabajar más rápido y por ende, nuestra percepción del tiempo es que pasa más rápido. Lo que te acabo de decirte en este párrafo, modestia aparte, es en extremo revelador.
Entonces, ¿cómo podemos hacer para "desacelerar" nuestro ritmo y hacer que nuestros días parezcan más largos? Una opción es practicar mindfulness o atención plena. Se trata de estar consciente en el presente y prestar atención a lo que estamos haciendo en cada momento sin pensar en el pasado o el futuro. Esto nos ayuda a concentrarnos mejor en nuestras tareas y a disfrutar más plenamente de cada experiencia. Te adelanto que este ejercicio, hoy en día, requiere de voluntad y decisión. Al principio, como todo, te costará trabajo, pero una vez practicado y ayudándote de tu deseo por detener un poco más el tiempo, te irás enamorando de vivir un poco más como antes, vivir la vida "a la antigüita", cuando no existían celulares ni sistemas de "streaming".
La semana pasada recibí un mensaje en Messenger, y me sorprendió ver que por ahí me buscaba un muy querido "arizípulo" de hace más de 25 años. Ese sistema de mensajería casi no lo uso y me alegró la sorpresa de entrar a revisar "por alguna extraña razón" una red que no frecuento ya. Le compartí mi teléfono celular y en media hora más, ya estábamos hablando por teléfono. Era un día entre semana cualquiera, por ahí de las 11:00 a. m. Cuando empezamos a conversar, luego de tanto tiempo de no saber de él, ¡por supuesto que pasó por mi mente interrumpirlo prudentemente en algún momento de los primeros minutos para programar una charla más adelante, porque ya se había logrado el objetivo de entrar en contacto, y ya! Ahí, ¡me atrapé en la "tonta" prisa! Me detuve y me dije: "Voy a conversar con él todo el tiempo que quiera, y que esta llamada dure lo que tenga que durar sin objetivo de terminarla". Y es que el objetivo de una conversación es precisamente tenerla, no terminarla. Deliberadamente, me fui a sentar en uno de mis sillones preferidos, me apoltroné y decidí poner toda mi atención mientras hablaba mi muy querido y estimado Fernando. Hablaba y hablaba y hablaba, y yo ponía atención, y ponía atención y ponía atención, y me di cuenta cómo disfrutaba y disfrutaba más y más, mientras todo yo estaba solo ahí, en esa conversación. Bueno, hasta llegó a parecer una charla en persona cuando me dice: "Oye, le he hablado tanto a mi esposa de ti, que quisiera presentártela, aunque sea por este medio, ¿te la puedo comunicar?", a lo que naturalmente respondí que sí y ahora empezó otra conversación con ella. Todo el tiempo sin el más mínimo deseo de colgar. Luego, volví con él y siguió la conversación. Cuando me preguntó acerca de mí y tuve oportunidad de tomar mi turno al habla, también conté con la fortuna de que él sea un gran escucha y hablé sin esa sensación de autoeditarme para ser cada vez más breve. Luego de poco más de una hora, colgamos. Fue una llamada hermosa. Me hizo un gran bien en mi corazón, y pensé: "Así hablaba por teléfono mi mamá hace unos 40 años, cuando alguien muy querido, luego de años hablaba y hasta el mueble del teléfono era un sillón para pasar más rato ahí, con gran concentración en la conversación". En antaño, tener un teléfono en casa era emocionante. Hoy ya casi no hay un aparato así, ya es un dispositivo móvil que se trae en la bolsa del pantalón y que, paradójicamente, lo que me nos se usa de él es su función de teléfono.
Pues bien, además de vivir deliberadamente más consciente del momento presente, estar ahí verdaderamente, podemos hacer pequeños cambios en nuestras rutinas como desconectar nuestros dispositivos electrónicos durante algunas horas al día, dedicar tiempo a actividades tranquilas como leer o pasear al aire libre, y tratar de hacer una cosa a la vez en lugar de intentar hacer varias cosas a la vez.
En conclusión, si bien no podemos controlar el paso del tiempo, sí podemos controlar cómo vivimos cada momento y nuestro ritmo de vida. Y tal vez al hacerlo, podamos sentir que nuestros días duran un poco más, sentir que vivimos más, sentir que disfrutamos más.
Hace unos días leía una frase: "El viajero experto, viaja más lento, pero conoce más". ¡Tan cierto! La emoción la alcanzas en la profundidad de las cosas, y eso requiere tiempo de concentración, para llegar a lo profundo, de lo que sea.
Te recuerdo que si llevas mucha prisa, ya sabes en dónde termina tu vida, por lo menos en esta dimensión física: tu muerte. Si lo entiendes, mientas más rápido vayas, más velozmente te acercas a tu muerte. ¿Eso quieres? Porque eso haces, he. Sé que se oye un poco dramático o exagerado, pero ni lo uno, ni lo otro. Así es. Por eso, si te gusta vivir como humano, sugiero que vayas más despacio.
Sugerencias de aplicación práctica:
Decide vivir sin prisa (tendrás que hacer los ajustes necesarios en tu calendario y disminuir tu sed de compromisos).
Comprométete menos, para que los compromisos que tengas, sean de mayor calidad y sin prisa
No se trata de hacer más levantándote más temprano para lograr hacer más cosas en el día; se trata de hacer menos para sentir más y vivirlas realmente. Estamos divinamente condenamos a elegir para disfrutar, y si eliges menos (cosas que hacer), disfrutas más al poder tener más tiempo de atención en ellas. El gozo está escondido en la profundidad de la conciencia con la que se hace algo, no en hacer más cosas.
Deja las redes sociales por un rato. Sé que es una adicción ya para muchos y suena difícil. Pero si lo haces, te podrás llevar la sorpresa de que no te estás perdiendo de nada, sino que sucedía todo lo contrario. No te pierdes de nada, ganas por perderte de esas cosas.
Conversa más tiempo sin prisa por terminar la conversación, idealmente en persona.
No traigas contigo el celular ni un reloj inteligente por periodos de tiempo, durante el día.
Cuando te atrapes gozando, por ejemplo, al comer, dentro de ti ¡detente, haz conciencia de las texturas y sabores en silencio y agradece mucho! Agradece en cada mordida. Verás cuán dichoso es comer así.
Camina un poco más despacio.
Decide concentrarte en hacer una cosa a la vez. Presumir tener capacidad "multitasking" es hablar muy mal de ti y no te das cuenta. Es perderte de mucho en la vida creyéndote más productivo. Cuando vas madurando, no se trata de ser más productivo, sino de disfrutar intensamente de un proceso.
Cancela alguna red social. Sí, se oye, violento o casi imposible. Cuando lo hagas, verás que no pasa nada, salvo sentirte con más libertad y tiempo. Puedes empezar por la que menos uses, como ejercicio. Yo hace unos días, cancelé definitivamente mi cuenta de "Threads", una red social, copia de Twitter, de IG. ¡Y me sentí tan bien! Así mismo, ¡cerré Facebook!, con decenas y decenas de miles de fans. ¿Qué sentido tiene si lo que publico lo ven menos del 0.1%?
Me estás leyendo aquí en "Substack", ¡y me alegro enormemente de ello! Porque cada vez estoy publicando ya solo aquí, incluso sin avisar en ninguna otra red social. Prefiero quedarme a vivir en "mi pueblito Substack", es decir, mis lectores VIP, quienes pagan su membresía, y me comunico con mi corazón todas las semanas con ellos, que tener decenas o cientos de miles de seguidores que llevan prisa en su vida. No... hoy he decidido estar más feliz aquí, en "mi pueblito Substack".
Si has leído lento y con atención hasta acá... ¡Admirable, te felicito! Estás en la frecuencia de persona con la que quiero y disfruto comunicarme. Sé que son pocas..., y con ellas me basta. Ahora es tu turno... ¿Qué tal si me escribes tu opinión aquí en Substack abajo en los comentarios? ¿O ya llevas mucha prisa para pasar a otra cosa? ¿Ves? Vivir sin prisa, detenerte a escribir un rato, sin apuro, es todo un desafío para más de uno hoy en día. Espero que encuentres aquí un lugar tranquilo y sin prisa.
¡Emoción por existir!
📕 La recomendación de un libro
¡Te tengo una gran noticia! Hoy salió la última edición de mi más reciente libro y bajó muchísimo su precio en su versión digital, para que lo disfrutes en Amazon kindle! De hecho, hasta el título cambió para ser más exacto en su objetivo. Créeme, te va a servir enormemente. Espero aproveches: Autoayuda digital. En Amazon puedes hacer clic en el botón “Echa un vistaso” y sabrás de qué se trata. Te va a encantar.
📸 La foto de la semana
Dado el tema, esta semana no te comparto una foto que haya tomado yo, pero este “meme” se me hizo soberbio. Una gran manera de disfrutar de la vida es estar ahí, todo tú, sin prisa, mientras dure.
📝 La frase de la semana
“Sabiduría y lentitud. Tropiezan los que corren rápido”.
–Shakespeare.
👍 ¿Te gustó lo que leíste?
Qué tal si le regalas una suscripción a mis publicaciones a un ser querido. Haz clic en el botón para dar este regalo, de verdad le va a encantar a tu ser querido:
Es siempre tan reconfortante y plena la experiencia de vivir conscientes de lo que de verdad importa, disfrutar del estar aquí y ahora observando, sintiendo, disfrutando de nuestro entorno, de los sonidos de la naturaleza que aunque vivamos en la gran ciudad nunca falta el ave, las mariposas, los árboles, la flor; los niños jugando, la dulce ancianita con quien nos cruzamos en la calle; notar que todavía hay personas amables y gentiles sonrientes y educadas que viven sin prisa. Gracias Doctor por tan magnífica reflexión, coincido con usted ese convivir plenamente con nuestros seres queridos escucharlos, interesándonos realmente, abrazarlos conviviendo y llenando nuestros días con lo que disfrutamos hacer es lo que da sentido a nuestra existencia. Nuevamente gracias Doctor reciba un gran abrazo
Para mi de todas las redes sociales esta es la que mas disfruto, estas lecturas ya que se que me quedare un rato más largo leyendo y terminare sintiéndome muy bien sin la presión de ver y ver muchas cosas en poco tiempo y aveces de muy pobre contenido ,gracias por este gran recordatorio 🙏🏻