Por qué escribo solo para ti
ArizaTip: Valora tu trabajo. Existe un gran valor en la exclusividad.
Leyendo una revista especializada al amanecer este domingo, mientras disfrutaba una exquisita y aromática taza de café, me encantaron unas letras, palabras del colegiado autor, Juan Villoro, con motivo de la entrevista que le hacían por su nuevo libro, No soy un robot, donde reflexiona acerca la lectura y esta era digital que nos está tocando vivir. En la entrevista dijo algo que se me figuró en extremo atinado:
“El mundo de lo digital es el mundo de la multiplicación inmoderada, en lo digital, todo se puede multiplicar: las fotografías, los números de amigos en Facebook, los seguidores. Esta multiplicidad de todo, abarata, adelgaza, el sentido real de las cosas; los seguidores no son seguidores, los amigos no son amigos, pero vivimos en un mundo espectral, donde creemos que eso tiene un significado”.
¡Y no, no lo tiene!
Lo burdo es para las masas. “El arte es para pocos”. Esta última frase la recuerdo haber escuchado de un gran colega, Jaime Almeida, cuando nos íbamos a conversar luego de dar un curso los dos para un afamado colegio por allá en los 90’s. Imposible olvidar las conversaciones con un sabio.
Por eso, cuán atinada se me figuró esa afirmación de Villoro. Lo que es para muchos, pierde valor, se abarata, adelgaza el sentido real de las cosas; y si desde su diseño es para las masas, se diseña cierto menosprecio.
La exclusividad es valiosa.
Hoy más que nunca valoro escribir para unos cuantos lectores, aquellos realmente interesados en mi filosofía de vida, en mi literatura. De ahí el enorme valor de un pequeño-gran filtro que es que la gente pague por leer. Todos pagamos a cambio de valor. ¡Y valor hay, y en gran medida! Sin llegar al vituperio, lo sustento en comentarios que amablemente recibo.
Escribo solo para ti porque te ofrezco un diamante. Ahora bien, ya estará de tu lado tener el talento de un joyero para valorarlo o no. Eso a mí no me corresponde.
Quizá por eso es exageradamente valioso el recientemente descubierto “Lulo Rose”, un diamante que tiene un tamaño de 170 quilates y de momento no está a la venta, su valor es incalculable bajo el criterio de los mejores joyeros del mundo. Para una referencia: Hace siete años, en el 2017, se puso a la venta un diamante rosa de 59,6 quilates y se vendió por 71,2 millones.
Yo te valoro enormemente a ti como mi lector. Por ello, siempre procuraré darte gran valor aquí. Por eso escribo solo para ti. Porque “de lo bueno, poco”.
No se trata de llegar a millones. Se trata de llegar a los adecuados.
ArizaTip: Valora tu trabajo. El primero que debe hacerlo, eres tú. Hecho así, colócalo en una posición donde su valor se aprecie. Un diamante en sí mismo es valioso, sin duda, pero será más valorado cando está montado, en una caja extremadamente hermosa y dentro de una vitrina alumbrada en forma espectacular, todo bajo llave y que, cuando se toma, un joyero usa guantes blancos para mostrarlo. ¿Ya viste cómo debes tratar a tu trabajo?
Aquí, transitando por el reto diario de mantener la alegría de vivir.
Wow, Jaime Almeida? es quien estoy pensando…? Melómano, un genio.