Si estás preocupado.
Existe una solución que viene de Dios para cuando uno está muy preocupado, y de eso se me indicó escribir. Obedezco amorosamente. Tienes que conocer la gran ayuda en ciertos versículos de La Biblia.
Sensible lectora, lector:
¡Hola! Pues otra semana juntos y, en esa ocasión, un tema muy especial por cómo me he atrevido a escribir. Quizá como nunca antes. Pero, dado que ya me consta, en mi corazón ha estado todo el tiempo el deseo de compartirte lo que aprendí y que tanto me ayudó en mis momentos de preocupación. No soy experto en Biblia, pero soy testigo de lo que aprendí de ella y me sirvió enormemente.
En esta publicación, te comparto:
🤳🏻 Te invito a nuestras notas privadas
💡 Noticia: “ArizaTips” vuelven a su sitio.
✍🏻 Editorial: “Si estás preocupado”.
📕 La recomendación del libro de la semana
📸 La foto de la semana
📝 La frase de la semana
🤳🏻 Te invito a nuestras “Notas” privadas.
Te quiero sugerir que aprendas a usar Substack para disfrutar de las “Notas”, una vía de comunicación sin filtros ni algoritmos ni publicidad. Haz clic aquí para que leas al respecto y aproveches. Publico diariamente mis notas exclusivamente en Substack.
¡Haz de “Substack” tu app preferida de lectura e intercambio de ideas con tus autores preferidos! Te garantizo una experiencia extraordinaria.
💡 Noticia: ArizaTips vuelven a su lugar.
Luego de varios ensayos, el mejor lugar para que recibas mis “ArizaTips”, es una sección aparte aquí mismo en mis Publicaciones de Substack. Todavía se mantendrán de ingreso gratuito y les caracteriza ser breves y casi diarios. Disfrútalos aquí.
✍🏻 Editorial: “Si estás preocupado”.
“¡Estoy tan preocupado, pero tan preocupado! ¡Ya no sé qué hacer!”.
¿Has dicho y sentido una angustia así? Yo también.
Distingo dos tipos de preocupación, la normal y la que nos llena de franca angustia y ansiedad casi permanentes. Es difícil distinguir una de otra, pero intentando explicar esta subjetividad, la preocupación "normal" es sana consecuencia de saberse responsable, así, entendamos que no hay nada de malo en preocuparse en esa magnitud. Todos tenemos cosas que nos importan y eso está bien, y por eso nos preocupamos por ellas. Pero cuando lo que nos importa se transforma en otra cosa, en angustia, entonces sentimos claramente cómo nos roba alegría y nos consume la energía que necesitamos para vivir, esa otra preocupación es la que nos genera una tremenda ansiedad.
La preocupación así es un ladrón de nuestro tiempo, energía y paz. Cuando nos preocupamos, nuestras mentes se llenan de pensamientos negativos y escenarios hipotéticos que pueden no suceder jamás. Y por más "motivación" que uno encuentre en las palabras de aliento de que no todo lo que nos preocupa sucederá, mientras está sucediendo ese terrible momento en que nos sentimos tan mal, esas palabras parecen huecas y vacías para nuestros oídos. El "no te preocupes, todo va a estar bien", no lo creemos y hasta podemos sentir que nadie nos entiende si nos lo dice. Preocupados, creamos pensamientos generadores de estrés y ansiedad, agotamos nuestra energía física y mental, impidiéndonos disfrutar del presente.
La preocupación nos roba tiempo porque en lugar de enfocarnos en acciones productivas o momentos agradables, pasamos horas o incluso días rumiando sobre algo que, para colmo y como ya he dicho, puede nunca suceder. Preocuparnos nos impide tomar decisiones eficientes, ya que nuestra mente está nublada por la incertidumbre, una de las condiciones más debilitantes para el humano promedio.
Preocuparnos nos roba energía porque el estrés constante agota, literalmente, nuestro cuerpo y mente. Agotamiento por preocupación manifestado en insomnio, fatiga, problemas digestivos y otros problemas de salud que disminuyen nuestra capacidad para llevar a cabo actividades diarias.
La preocupación nos roba la paz mental. En lugar de sentirnos tranquilos y contentos, estamos constantemente tensos y ansiosos. Esto afecta fuertemente con toda evidencia nuestras relaciones personales y nuestra calidad de vida en general. En una clásica afirmación que decimos en lo privado, decimos todo: "Me siento tan mal, estoy tan preocupado".
Por lo anterior, es importante aprender a manejar nuestras preocupaciones a través de técnicas como la meditación, terapia cognitiva conductual o simplemente hablar con un amigo o ser querido para obtener una perspectiva diferente, y claro, idealmente con un profesional en el arte de escuchar, un terapeuta. También puede ser útil establecer un tiempo específico cada día para abordar nuestras preocupaciones en lugar de permitir que invadan todo nuestro día. Pero con todo y estas recomendaciones, existe una de la que se habla poco: La Biblia.
La Biblia es una enorme fuente de sabiduría para los momentos de preocupación y yo no lo sabía. Llegó a mí el conocimiento y me transformó cuando lo apliqué. Las estrategias que Dios nos da para salir de los momentos de preocupación prácticamente en forma inmediata, son de los que te hablo hoy. Jesús no nos abandonó a nuestra preocupación. ¡Sabía que la experimentaríamos!, por tanto, nos dejó un manual de instrucciones para cuando la enfrentáramos. No estamos indefensos. Te repito: La Biblia es una enorme fuente de sabiduría para los momentos de preocupación. Te revelaré lo que aprendí, los versículos específicos de toda la Biblia donde se nos manifiesta solución y paz para cuando estamos tan preocupados. Esto lo he puesto en práctica y me ha llenado de paz en mis más grandes momentos de preocupación. Empiezo...