Si funcionó… ¡vuélvelo a hacer!
(He notado que en la nueva versión de “notas de Facebook”, si intentas leer la nota en un celular no abre, por ello, aquí te comparto mi…
(He notado que en la nueva versión de “notas de Facebook”, si intentas leer la nota en un celular no abre, por ello, aquí te comparto mi nota de hoy publicada en www.facebook.com/AlimentacionConscienteconAriza).
¡Estoy feliz! De ayer para hoy, ¡vuelvo a bajar 1.2 kilos! Esto es algo que viví normalmente hace más de dos años cuando bajé casi 20 kilos. Luego, dejé de hacer lo que me funcionó… y lógicamente volví a subir de peso. Gracias a Dios nunca regresé –ni regresaré– a donde estaba, ya se me hace inaudito, pero con alarma para allá iba. Entonces… ¡a detener el error! Y eso decidí hace poco más de 10 días. ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar? Jajaja, preguntas tontas cuando ya sé la respuesta. ¡Ya lo viví! Esas preguntas solo son un tipo de distractores para que, buscando la respuesta más actual o mejor, dejemos pasar el tiempo y no hagamos lo que con todo el peso de la evidencia ya nos funcionó perfecto una vez.
Así fue como desde hace varios días empecé con lo que genera todo éxito en mi protocolo de “Alimentación consciente”, el cual es muy sencillo realmente, son tan solo cuatro pasos: alimentarte con muy pocos carbohidratos, tomar agua, suplementarse y llevar un control de medidas. Ahora bien, una cosa es algo tan sencillo como estos cuatro pasos y otra cosa es darlos bien, perfectamente bien. Pues empecé a “medio darlos” y, lógicamente, no bajaba lo que yo quería o esperaba. ¿¡Por qué!? Porque no hacía “exactamente” lo que implican esos cuatro pasos. Existen condiciones muy específicas para cada uno de esos pasos, y solo si los vuelves a dar exactamente así, entonces y solo hasta entonces, obtendrás los exitosos resultados que tuviste. Hasta por eso acabo de grabar un audio en mi “InspirAcción de hoy” llamado: “El éxito deja pistas”. Escúchalo.
La semana pasada empecé con mi exitoso protocolo, pero con la variante errónea de no hacerlo exactamente igual de perfecto que hace dos años. El resultado: no estaba bajando lo que bajé hace dos años. ¿Lógico, no? Pues a momentos parece que no tanto por como uno insiste a veces en querer cambiar las cosas o hacerlo un poco diferente. Aquí no se acepta “un poquito” diferente ni siquiera. Si algo te funcionó… ¡vuélvelo a hacer! Y así tal cual. Un ejemplo que no hice hace unos días y apenas empecé a hacer antier fue usar una app donde se lleva un control de la ingesta de carbohidratos diarios. ¡Qué fuerte es esto! Una cosa es “tener la idea” de que uno le ha bajado a la ingesta de carbohidratos, que has vuelto a dejar el dulce veneno que es el azúcar, y otra cosa es “ver” la cantidad exacta de todo lo que te metes a la boca. ¡Y solo viendo la cantidad exacta es que se tiene un control real! Pues ese detallito, por nombrarte un ejemplo de varios que no estaba haciendo, fue el que me faltó. Apenas lo volví a reinstalar a mi estilo de vida y ¡boom! ¡Éxito total!
Es fácil “acomodarse la realidad con una idea”, como pensar que ya a mayor edad ya no es lo mismo que antes, que ya luego de vivirlo una vez, ya no va a ser igual de fácil luego, y bla, bla, bla. ¡Pamplinas! Si vuelves a hacer exactamente, paso a paso, sin moverle nada, aquella estrategia que te dio tanto éxito, ¡lo volverás a tener igual! Y sí, así hoy me lo demostré a mí mismo! Y por supuesto, te lo quise compartir porque al ser lector de mi página especializada en estos temas, estoy seguro que también estarás deseando mejorar tu salud, una vez más. ¡Pues aquí estoy para ayudarte!
Si deseas volver a empezar mejorando tu salud, no dudes en enviarme un mensaje privado a esta página y te invitaré a un webinar que podemos hacer próximamente, en un domingo, para que nos comprometamos y sigas, paso a paso, aquello que verdaderamente funciona. Lo único que hay que hacer para triunfar es seguir las recomendaciones al pie de la letra. Si no piensas comprometerte a seguir y a hacer exactamente lo que te sugiera, mejor ni me escribas. Si te digo que debes tomar un suplemento específico, visitar una página específica, cocinar de una manera específica y usar una app específica y, por la razón que quieras, no lo haces así, entonces, no vas a lograr el resultado. ¿Lógico, no crees?
El mejor discípulo sigue literalmente las indicaciones de su maestro sin cuestionar, simplemente lo hace y ya. Y los resultados, así, siempre son evidentemente extraordinarios. Pues buen, si de cara frente a un año nuevo deseas volver a mejorar tu calidad de vida, te invito a que me escribas en un mensaje privado de esta página para que te informe del webinar que daré pronto al respecto. Sí, tendrá lógicamente un costo, sí, será muy accesible, sí, será un compromiso ideal para trabajar juntos.
Tu año nuevo será fuente de felicidad si te atreves a hacer y a ser diferente, si decides ya a generarte la felicidad. El año nuevo jamás trae felicidad mas que a los necios (busca la definición de “necio” en el diccionario por favor). Lo que le trae felicidad a alguien, independientemente de cualquier fecha, son los exitosos resultados consecuencia de un tremendo instante de decisión para mejorar y hacer lo que sea necesario para ello. Así, ¡felicidades por decidirte!, cuando sea que te atrevas a decidir y ser realmente el único dueño de tu vida. Ahí sí… ¡muchas felicidades! No feliz año nuevo… mejor dicho: ¡Feliz nuevo tú!
¡Emoción por existir!
-Alejandro Ariza.