Siete pilares para una vida más saludable.
Una vida mejor: propósito permanente pero muy deseado cada Año Nuevo; aquí, te comparto siete condiciones para vivir mejor.
¡Feliz Año Nuevo!
Llegamos al 2023. Espero que todos tus deseos *tú los hagas* realidad.
Si lees con atención la frase anterior con mis buenos deseos para ti no se trata de la trillada frase, aquella que acaba en que..."tus deseos se hagan realidad", como si los deseos tuvieran vida y voluntad propia, dejándote a ti libre de toda responsabilidad, exonerándote de los resultados que logres, como si no dependiera de ti, sino de que seas afortunado por gracia de unos resultados que estaban buscando dueño y te encontraron a ti, sin que tuvieras que hacer nada. Empecemos al año con una bomba..., amorosa, pero bomba: Un gran signo de madurez es descubrir y aceptar que nadie va a venir a rescatarte, que todo depende exclusivamente de ti. Punto. Vamos, y si es que alguien llegara con intención de rescatarte, tú tuviste que haber hecho algo para seducir a ese alguien y sembrarle el deseo de que te ayude, algo que, por cierto, es de alto riesgo. Depender totalmente de alguien es condición de alto riesgo.
Pues bien, dicho lo anterior, mis mejores deseos para ti, llega otra oportunidad para que tú sola, tú solo, tomes las riendas de tu vida. Y no puedo negar este impulso que mi identidad me genera, sugerirte siete pilares para una vida más saludable, por ser médico y paciente a la vez. Ya he reunido muchos años de experiencia en ambas caras de la misma moneda, y desde esa poderosa experiencia es que hoy te quiero regalar, en este, mi primer artículo del 2023, estos pilares. Y va de regalo para todos mis lectores. ¡Ahhh, qué bien me siento empezando el año haciendo una de las cosas que más me gustan, escribir! Y más, para ti.
Deja radicalmente el azúcar refinada y todo lo que la contenga. ¿Cómo saber qué la contiene? Googlealo, date el tiempo de investigar algo tan sencillo y donde obtienes el resultado en segundos.
Ese consejo, como pilar que sostenga tu salud, podría ser el único que necesitaría darte para una enorme cantidad de beneficios para tu salud y mejorar tu vida ostensiblemente en este 2023 y para siempre. Y para quien ya esté sintiendo angustia y ganas de dejar de leer aquí, puedes ponerte una meta de 10 días para que pruebes. Ahora bien, sé que incluso 10 días es difícil porque el azúcar es una droga súper adictiva y socialmente aceptada. Esa combinación es fatal. Pero si quiero ser breve y tajante para tu bien, en este artículo te diré algo: ¡Tú decides hacerlo! Es cuestión de una decisión sin más. En este Año Nuevo, como todos los años en donde es común hacerse propósitos de Año Nuevo para una vida nueva, he de decirte que solo es tradición, porque para cambiar no necesitas una fecha, sino solo una decisión. Solo que el inconsciente colectivo de este inicio de año puede ayudarte un poco. Poco, por cierto. Lo más poderoso es tu decisión, cuando sea que la tomes.
Hoy, día 1°, ya empieza una prueba para ti. O tomas la decisión de iniciar el año, de verdad desde el principio, dejando radicalmente el azúcar refinado, o te seguirás esperando, y sí, puede pasar otro año, o varios. ¿Parece exagerado? No más voltea a ver tu pasado. Verás que no es nada exagerado lo que acabo de decirte. Hoy puedes ya decidir, al fin, por dejar el azúcar o mejor te vas al recalentado para, so pretexto de seguir conviviendo con la familia y amigos, por gusto o por obligación, sigas comiendo lo que apenas anoche, ya fue una bomba de azúcar. De esas cosas raras que el humano se permite: que le explote una bomba que el mismo se colocó dentro y luego ir por otra. Así nos pasa. ¿Qué tal si pasaras la primera prueba? Que decidieras mejorar tu salud desde ya.
Dejar el azúcar y reducir importantemente el consumo de carbohidratos simples lo vengo recomendando desde hace muchos años. Nada nuevo aquí, pero si es nuevo para ti, te adelanto que te sentirás con más energía, se te abrirán los ojos por la mañana antes que tu despertador y te sentirás descansado porque duermes de maravilla, te sentirás más ligero, tendrás menos o nada de molestias gastrointestinales, se te hincharan menos o nada tus pies y piernas, tendrás menos hambre y antojos por atracones de algo dulce por las tardes, mejorará tu humor, tendrás mayor claridad de pensamiento, en muchas mujeres desaparecen el síndrome premenstrual, ¡Ah!, y por cierto, bajarás de peso y tallas. Pero créeme luego de atestiguar estas mejoras en mi propia vida y en la de cientos de pacientes en mi consulta: bajar de peso y tallas son las migajas de los beneficios.
Todos deseamos mejorar nuestra salud la mayor parte del tiempo, pero a estas alturas de la vida, en esta época que nos está tocando vivir, parece una paradoja que se trata de una época caracterizada porque cualquiera tiene acceso a la mayor cantidad de conocimiento y gratis, cantidad de conocimiento inconmensurable en la palma de tu mano, en tu celular, y donde, al mismo tiempo, menos personas quieren saber la verdad o les confunde tantas posturas contrapuestas en Internet. Por eso, procura escuchar y dejarte ser guiado por quienes, con toda evidencia, tienen los resultados que tú buscas.
Pasan los años y es evidente una conducta de muchos grupos humanos: vamos aceptado como "normal" una conducta nada saludable. Vaya hombre, ¿Qué problema? Si todos lo hacen. Sin embargo, te tengo otra amorosa bomba aquí: para ser un ser humano maduro, plenamente feliz y procurando su salud, prosperando (y no solo "sobreviviendo" todos los días), tenemos que aceptar y aprender a nadar contra la corriente. A ir en contra de las mayorías. Y el miedo a no ser aceptado, a ser rechazado (criticado) por el grupo, es el origen de tu condescendencia y complacencia para contigo mismo. El "está bien, solo por hoy, solo un poquito, para no hacerte el feo", y te comes el postre, aunque sea una mordidita. Así como pagando el boleto para ser aceptado, no criticado y que te dejen en paz. Sí, te digo, se requiere de una gran autoestima para atreverte a mejorar.
Y no, no se trata de ser grosero al rechazar el azúcar que te ofrece la tribu, sino de ser amable para comunicarles que mejor ellos no sean los groseros contigo, cuando has tomado la firme y madura decisión de mejorar tu salud. Porque, al final de cuentas, al final de la historia, el verdadero objetivo es que logremos pasarla bien, muy bien, en esta corta experiencia como humanos. Y créeme, sin azúcar se la pasa uno mucho mejor. El reto: elegir comer sanamente.
En nuestra cultura actual no nos volvemos sanos por defecto. Procurar nuestra salud implica una decisión muy bien informada y tremendamente consciente, a tal grado, que prioricemos nuestra salud. Vivir una vida sana es una consecuencia de las decisiones que tomamos varias veces, todos los días, por pequeñas que parezcan. Tus decisiones troquelan tu argumento de vida. Tus decisiones forjan tu futuro, incluso desde el minuto inmediato siguiente.
La invitación que te lanzo hoy es la misma que me lanzo a mí mismo. Siempre escribo así, para todos, incluyéndome. ¿Le entramos? Tenemos frente a nosotros..., no, no, mejor dicho, estamos parados ya de hecho frente a otra nueva oportunidad de aceptar la invitación a ser adultos maduros, conscientes, para forjar una vida más saludable.
¿Cómo podría definirte brevemente "una vida más saludable"? Por pedagogía empezaré a decirte lo que no es: lograr tener un cuerpo para entrar al bikini y que se vea el bikini, tampoco músculos por todas partes para tomarte fotos para tu Instagram. Creer que lo habrás logrado al llegar a cierto peso o talla de ropa, cuando hayas bajado tu índice de grasa corporal a "lo óptimo", o tener ausencia de enfermedades nada más, no, no, no. No va por ahí mi propuesta de "una vida más saludable".
Te diré algo que aprendí de una gran mujer, Meredith Vieceli, entrenadora de salud certificada y guerrera del bienestar, una mujer que vive la misión de ayudar a la gente a realizar cambios saludables, pequeños y así sostenibles. Me encantó cuando le aprendí, la cito:
"La verdadera salud es cuando somos fuertes, vibrantes, felices, enérgicos, resistentes, activos, cómodos, equilibrados. Es la capacidad de vivir una vida plena en la que podamos florecer. Es la libertad de hacer las cosas que amamos con las personas que nos importan durante mucho tiempo".
¡Boom! ¡La tercera amorosa bomba del artículo de hoy, para ti... y para mí! Porque sí, podríamos decir que se trata de "sentirnos bien", pero Vieceli va más allá, mucho más allá. Por eso te quise compartir esa fuerte definición de una vida más saludable.
En mi experiencia como médico de varios pacientes que noto que les cuesta un enorme trabajo decidirse al fin a mejorar su salud, he notado un común denominador en todos ellos: temen a comer sano porque creen que eso signifique, de alguna manera, perderse de las cosas buenas de la vida. O mejor dicho, de lo que ellos han interpretado como "cosas buenas de la vida", ese pastel de tres pisos, esa pasta a los tres quesos acompañada de ese vino, ese arroz, ese pan, esa alegría de compartirlo en familia. Y la gran sorpresa es que comer sano no es perderse de esas "cosas buenas" de la vida, ¡sino todo lo contrario! La persona necesita aprender qué es lo verdaderamente bueno de la vida. La envoltura confunde. Puede parecernos muy apetecible ese pan detrás de la vitrina de la panadería, recién salido del horno, con un olor intensamente cautivador al entrar. Sí, se ve y huele bien. Pero si nuestros ojos tuvieran una visión tremendamente aumentada, solo veríamos glucosa en exceso (azúcar), y si tuviéramos un sistema que nos permitiera ver con claridad lo que sucedería en nuestro cuerpo, si lo metemos a él, nos asustaría lo que nos haríamos. Hasta ese momento descubrirías que lo que te parecía "cosas buenas de la vida", son todo lo contrario y sin ningún esfuerzo lo rechazarías. Si, leíste bien, sin ningún esfuerzo. Cuando empiezas a comparar gozos, el gozo de un buen pan contra el gozo de sentirte ligero, fuerte y despierto todo el día, con una franca sensación de bienestar permanente, sin duda, el segundo supera al primero y con creces. Cuando uno logra sentir un bienestar permanente, uno no se pierde de oportunidades importantes en la vida.
"Una persona verdaderamente sana está prosperando en el cuerpo, en su mente y en su espíritu".
–Meredith Vieceli
Pues bien, sin más, te compartiré siete pilares para una vida más saludable, esa que podemos procurarnos tú y yo este 2023, para volver a empezar con ilusión por mejorar. Es emocionante imaginar un objetivo y trabajar con entusiasmo minuto a minuto en el proceso para lograrlo. La felicidad se esconde en el proceso. ¿Estás de acuerdo? ¿Nos acompañamos? Te adelanto: toma registro de todo. Recuerda la máxima: lo que no se puede medir, no se puede mejorar. Aquí están siete pilares para una vida más saludable...
1. Come sano
Aunque parezca tan simple, es poderosamente transformador cuando uno decide comer solo comida de verdad. Con esto bastaría para cubrir plenamente este primer pilar, primera condición. Hace años leí algo que me gustó: si es una planta, cómetelo; si proviene de una planta, evítalo. Lógicamente, la primera palabra "planta" hacía alusión al vegetal, la segunda a la fábrica. Y es que casi todos los alimentos que traigan una etiqueta, serán procesados y la mayoría así no son saludables. Hasta lo que dice en su etiqueta que "sin azúcar añadida", significa que sí trae azúcar ya, pero que no le añadieron más. Así como lo oyes, así es. Podríamos hablar horas y horas de lo que la industria alimenticia se atreve a hacer para sacarnos nuestro dinero a través de la mercadotecnia y sabiendo de nuestros antojos.
Hablar de alimentación puede ser un tema tan extenso y confuso como se quiera, pero para simplificar las cosas hay que entender que comer sano es fácil de verdad. Solo que nos gusta complicarnos. A ver, algo sencillo: haz una prueba de tan solo una semana. Ponte la meta inalienable de comer solo comida real por una semana. Es algo sencillo, aunque quizá no fácil. ¡Pero puedes! Además, bebe mucha agua. Mucha. Este tema del agua está subvalorado y tiene enormes beneficios. Te diré una página que todo mundo debería suscribirse a ella y leerla y estudiarla. Te compartiré, como privilegio de ser mi lector, uno de más grandes tesoros: www.dietdoctor.com/es ¡Por favor, paga la membresía, creo que son tan solo nueve dólares. ¡Solo eso! Y tendrás acceso a los cursos en video, lecturas, recetas y motivación más espectacular que yo jamás antes haya visto. ¡Y mira que he visto del tema en más de 20 años que llevo estudiándolo y viviéndolo! De verdad, lo mejor que hay como fuente de información verídica y explicada por expertos. Si te metes a leer y a aprender ahí, me lo vas a agradecer mucho, mucho.
2. Muévete.
Somos seres diseñados para movernos. La vida sedentaria va contra nuestra naturaleza. Así no más. Por eso, quienes equivocadamente llevamos una vida sedentaria, nos sentimos mal. Te animo, me animo, a movernos más.
Y no, esta estrategia no implica ir al gimnasio todos los días, cosa que sin duda es valiosa y si tienes el privilegio, capacidad y hábito, ¡enhorabuena! Pero a lo que me refiero aquí es que, para empezar, realicemos más movimientos naturales, de esos como es subir las escaleras, ir por algo que se te olvidó arriba en vez de pedir que te lo bajen, salir a caminar 20 minutos luego de una comida, ir caminando o en bicicleta a un destino mejor que en auto, si es posible. En esencia, algo que he aprendido es que "cada quien" debe encontrar esa actividad muy particular que gozas. No porque un amigo o amiga te recomiende ampliamente un tipo de ejercicio o deporte significa que te encantará. Pruébalo, pero siempre buscando algo que te encante hacer. ArizaTip: solo nos mantenemos ahí donde disfrutamos. Así, hay que buscar un movimiento que disfrutemos.
3. Convive, conecta
De las cosas más importantes, trascendentes y saludables que uno puede hacer es convivir con los demás. Para muchos, como yo, que tenemos personalidad asocial, es todo un reto, un desafío magnánimo, pero uno termina encontrando sus formas, las que uno disfruta, esas que, como te dije arriba, son las que nos ayudan a mantenernos ahí. Heme aquí escribiendo para ti, estoy conectando contigo, de alguna manera. Sí, sí, sí, que sería mejor ir nos a tomar un café (sin azúcar, ni leche, ni crema), para platicar en persona, sin duda. Pero algo es algo.
Si algo he aprendido es que el éxito en la vida, en muchos sentidos, está directamente relacionado con nuestra habilidad para procurar y mantener ciertas relaciones humanas. Este es todo un tema, pero sin duda, en breve, una poderosísima estrategia para vivir una vida más saludable.
Y no, no necesitas ser ajonjolí de todos los moles, el amigo de todos, el alma de la fiesta. Basta con unas cuantas relaciones humanas de calidad para sostenernos con fuerza en la vida.
4. Da tu don
Te adelanto que este es tema de mi siguiente conferencia. Pronto recibirás noticias. Pero, aquí, te diré que la vida es una gran oportunidad para encontrar tu don y el sentido de tu vida es que lo des a los demás, que contribuyas a la felicidad del mundo... ¡Con la tuya! La gente en Okinawa le llama a esto algo así como "Ikigai", otros sencillamente podrían llamarle "Plan de vida de orden divino". Sí, sí, sí, puede que lo escuches muy exagerado y yo te diría que apenas y le llega ese adjetivo y descripción. Solo hasta que lo vivas, lo entiendes.
Conocer tu don, descubrir tu propósito de vida, saber para qué naciste y vivir de ello, incrementa tu longevidad y calidad de vida. ¡Así como lo oyes! ¿Para qué te levantas todas las mañanas? De la calidad de tu respuesta a esa pregunta será la calidad de tu vida.
5. Descansa
Vivimos en una cultura y época que híper valora la actividad frenética, hoy existe un casi culto a la productividad. Si eres mi lector asiduo, sabrás que yo propongo una nueva conciencia, radicalmente distinta. Debes aprender a parar ahí en el límite de lo "suficiente". Debes detenerte a pensar cuál es ese límite para ti y ceñir tu vida a él. De lo contrario, podrás vivir como el burro que persigue la zanahoria... toda tu vida, sin jamás comer la zanahoria.
Cerciórate de que si trabajas para un objetivo, desarrolla claridad de señales para cuando ya hayas llegado a él y... ¡Descansa! Disfruta de no tener que hacer nada. Es parte de una vida más saludable Son los ciclos de otoño e invierno de la naturaleza, llevados como metáfora a nuestras vidas. Lo que genera capacidad de disfrute es el contraste. Disfruta el descanso.
Si se te dificulta descansar, si vives el "síndrome del domingo", síndrome que acuñó Victor Frankl explicando la experiencia como una sensación de vacío existencial por llegar un día, normalmente domingo, donde no tienes nada que hacer, no hay nada en agenda ni programado, no hay actividades "productivas", entonces te sientes mal y te dedicas a chingarle la vida al prójimo: hijos, esposa, como primeros candidatos. Podrías preguntarles a tus hijos y pareja cómo se sienten cuando llega el domingo y podrías descubrir que hay un ogro en casa que no sabe descansar y que siente coraje y se siente ofendido por ver que otros sí se pueden levantar tarde, durmiendo hasta más allá de medio día. Como es impensable para ti, vas y los despiertas de un buen grito o amenaza de que ya se hizo tarde para... para... ir a misa o a desayunar. Cuando misa hay cada rato y hasta tarde y ni hambre tienen tus invitados. Aprende a descansar y dejar descansar... y descansa.
6. Agradece.
Quizá no haya nada más reconfortante y saludable para el espíritu que un corazón agradecido. Si somos sinceros y plenamente conscientes... ¡Tenemos tanto que agradecer! La lista es enorme. Por un mero ejemplo: agradece estar leyendo aquí, ¡tienes vista y conocimiento del lenguaje, Internet y dispositivo para conectar! Tienes techo, comida, ropa, familia, gente que te ama y a quien amar, auto, trabajo, cuerpo que mejorar, labores que realizar que le dan sentido a tu vida, una cama, cobijas, agua caliente..., y un sinfín de etcéteras. Vamos, no te acostumbres a lo que tienes. La costumbre es una sombra que no te deja apreciar.
Agradece mentalmente en todo momento. Por ejemplo, cuando tengo la bendición de comer delicioso, en el bocado, cierro mis ojos, y con cada mordida, mentalmente digo: "¡Gracias!", y así con cada mordida: gracias, gracias, gracias, gracias, gracias... y ya me lo paso. Y ahí pienso en otras gracias. ¡Me encanta estar consciente de todo lo que necesitó suceder para que ese alimento llegara a mí, así. De repente, en la mente, se me aparece toda la cadena de suministro, los viajes, la logística, los tiempos de sembrado, los cultivos, los animales, su amor, el trabajo humano, las personas, los trabajadores de la tienda, la bendición del cocinero, quien te sirve, quien te está acompañando a la mesa... ¡Estoy consciente de la enorme cantidad de milagros y bendiciones que se sucedieron y se siguen sucediendo hasta ese bocado. Y si estoy solo, empiezo a pensar en todos los procesos bioquímicos y metabólicos que empiezan a suceder en mi cuerpo al comer eso. De verdad, no hay cómo no sorprenderse por vivir, no hay manera de no emocionarse por existir.
7. Lee.
Leer te cambia la vida. Y festejo que hayas llegado hasta esta séptima estrategia. ¿Cómo te sientes de haber leído hoy este artículo? Me encantará ahora leerte yo a ti en los comentarios de mi Substack.
Créeme en algo, la vida académica tiene un gran encanto y es propulsora de cierto éxito, pero... si solo aprendiste a leer, ¡bien podría ser más que suficiente para transformar tu vida y hacerla más saludable de lo que te imaginas en todos los sentidos!
¿Sabes por qué a mucha gente no le gusta leer? Porque leyó lo que nunca le gustó. Pero confundió el tema con la actividad. Es muy posible que no te guste leer acerca de un tema, pero la actividad de leer, cuando eliges algo de tu verdadero y profundo interés, es sublime, adictivo y transformador.
Por eso, en mis siguientes publicaciones, siempre te compartiré lo que estoy leyendo, con suerte y coincide con algo que te encante a ti también. ¡Búscale! Y encuentra el tema, el autor y el tiempo para procurarte otro elemento transformador, uno poderoso para lograr una vida más saludable: leer.
Hay tanto que decir para mejorar nuestra salud. Porque... ahora qué tendríamos que hacer para permanecer en esta noble tarea. He pensado en cinco estregegias para sostener nuestra mejora. Hoy te compartí siete pilares, son el "qué". Pero creo ahora necesito sugerirte el "cómo" sostenerte en esos pilares, son las estrategias. Pero ese será tema de mi siguiente artículo para la siguientes semana, una lectura que será privilegio de mis suscriptores VIP, nuestra "Comunidad 118". Espero que para ese entonces ya estés suscrito, es extremadamente accesible, y ya formes parte y no te pierdas de esas poderosas cinco estrategias que he aplicado durante toda mi vida y con mis pacientes y coleccionamos evidencias de éxito transformador y sostenido.
¡Feliz Año Nuevo! Pero recuerda que lo verdadermente nuevo no es el año, sino tú, cuando decides mejorar y solo hasta entonces. Nada cambia si no cambias tú.
¡Emoción por existir!
–Alejandro Ariza Z.
¿Te gustó lo que leíste?
Espero que hayas disfrutado de la lectura, y si te gustó, si te sirvió y crees que así le puede servir y gustar a alguien más, sugiero que invites a alguien al privilegio de leer aquí, el Club VIP, nuestra Comunidad 118, haciendo clic aquí (por cierto, sería un regalazo que puedes dar, he):
La frase de la semana
“Mejorar implica un cambio y para cambiar se requiere entender. Para entender se necesita adquirir nueva información y para adquirir nueva información se necesita un sincero deseo por saber, humildad por aprender y tiempo dedicado para adquirir la información expresada por un experto.”.
–Alejandro Ariza Z.
Curso de oratoria 2023, ya con pocos lugares
Como sabes, dicto mi curso de oratoria solo una vez al año y, por lo que he vivido, ya noté que no puedo darlo a más de 12 personas. Hoy ya quedan sólo ocho lugares. Así será el próximo, ya a sucederse en marzo del 2023. Si quieres aprovechar alguno de los pocos lugares que quedan (creo siete hasta el cierre de este artículo), haz clic aquí para toda la información y entradas.
¡Conversemos en mi chat privado!
Tienes que saber y beneficiarte de una nueva incorporación a mi publicación Substack: el Chat de suscriptores de Alejandro Ariza Z. | Publicaciones.
Este es un espacio de conversación en la aplicación Substack que configuré exclusivamente para mis suscriptores, algo así como un chat grupal o un lugar de reunión en vivo. Publicaré breves indicaciones, pensamientos y actualizaciones que se me presenten, y usted puede participar en la discusión.
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Para que conversemos en la única vía en que lo hago, este chat privado:
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