Dónde reside la felicidad
Acerca de desmitificar uno de los más grandes mitos que nos han inculcado, sobre los ciclos, sobre la felicidad real, sobre el gozo, sobre unos deliciosos huevos rancheros, sobre ti, sobre mí.
¡Hola!
1 de diciembre y llegamos a otra edición más de mis publicaciones, la primera del mes de diciembre del 2023, y así, una edición totalmente gratuita para ti y para todos, la única. Debes saber que escribo un artículo semanal, pero para tener acceso a todos ellos, necesitas suscribirte a la opción VIP. Espero aproveches y disfrutes.
Hoy me emociona compartirte:
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✍🏻 Editorial: Dónde radica la felicidad
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¡Y más ahora que no publico nada en redes sociales! Tú sabes que hago un “detox” de noticias y redes sociales desde el 11 de noviembre y hasta el 11 de enero! Solo aquí en Substack es donde no dejo de publicar constantemente, siempre.
No sé tú, pero yo ya estoy cansado de los intereses de las grandes corporaciones que hoy son las redes sociales y cómo ellos deciden sobre nosotros, ellos eligen qué mostrarte para que lo leas o no, según sus algoritmos.
¿No te gustaría que nos comunicáramos normalmente y sin filtros? Pues eso existe aquí en las “Notas” de Substack. Es un tipo de red social y chat privados. Por favor, haz clic aquí para que leas al respecto y aproveches.
Ahí escribo diario para ti.
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Te quiero platicar que he decidido mantener dentro de esta plataforma, Substack, las publicaciones mis ArizaTips. Ya debes saber que se tratan de textos cortos, pero muy frecuentes… ¡Serán casi diario! De esa manera, te tengo la buena noticia de que por ser suscriptor VIP, podrás recibirlos en tu correo y revisarlos en tu app de “Substack”, que espero ya hayas descargado en tu celular.
✍🏻 Dónde reside la felicidad
Destruyendo un gran mito, construyendo una gran verdad.
¡Y una vez más iniciamos otro mes, llegamos a un 1 de diciembre! No sabes el gusto que me da que lleguemos juntos. Para como van las cosas, poder terminar un ciclo y reiniciar otro (el que quieras) ya debe ser motivo de alegría. No nos acostumbremos a que la vida pasa sin más.
Hoy, 1 de diciembre, te haré una pregunta ruda. Con amor, pero ruda: ¿Qué tal tus "Propósitos de Año Nuevo 2023"? Porque a estas alturas del año, ya tienes evidencia de si los lograste o no. Y si no, pues ya no los lograste, ya es diciembre. ¿Qué tal tus metas financieras del 2023? ¿Las lograste? ¿Qué tal esa bajada de peso? ¿Ya más ligerito? ¿Qué tal el amor?
En fin, el hecho es que a muchos de nosotros nos enseñaron que cumplir metas es fuente de felicidad y hoy yo te traigo una nueva conciencia, otra propuesta, radicalmente distinta, por verdadera.
Esto no es para que te exonere de culpa si no lograste tus propósitos de Año Nuevo 2023 y ya los estés mejor pasando al 2024, que en un mes ya estaremos hablando del tema. Más bien es para invitarte a descubrir dónde radica la verdadera felicidad.
En algún momento del 2023 leí un tuit que me fascinó, me encantó, y hoy te lo quiero compartir:
"Lo más difícil es la decisión de actuar. El resto es mera tenacidad. Los miedos son tigres de papel. Puedes hacer cualquier cosa que decidas hacer. Puedes actuar para cambiar y controlar tu vida; y el procedimiento, el proceso, es su propia recompensa".
–Amelia Earhart.
¡¿No es encantador?! Vuélvelo a leer despacio y concentrado.
Estar haciendo es más motivante y feliz que haber hecho. Voy directo al grano: En el proceso hay muchísima más felicidad que en el logro.
Cuando te dispones a bailar con tu ser amado, cuando empieza la música, tu objetivo no es llegar al final de la canción y alcanzar un punto en el piso del área donde bailan. ¿¡Ya te habías dado cuenta de este grandioso ejemplo de felicidad y disfrute!? Cuando te levantas a bailar, lo que gozas es bailar, estar bailando (haciendo), y no que logres moverte junto con otra persona hasta el final de la canción y en un punto determinado del piso como meta. Otro ejemplo: A mí, que tanto me gusta el teatro, cuando compro un boleto (carísimo, por cierto 😁), nunca pienso en que mi objetivo sea llegar al final de la obra... de hecho, anhelo todo lo contrario, ¡que no se termine! Disfruto enormemente el proceso, el suceder, el desarrollo de la obra en sí. De hecho, cuando llegamos al final, me viene cierta nostalgia de que ya se acabó. Mi felicidad sucedió en el proceso, no en haber logrado la meta de terminar de ver la obra. Cuando me toca actuar a mí, en mis conferencias, ¡lo mismo!, pero aun más incrementada mi felicidad en el proceso, mientras hablo. Termina la conferencia, y mi felicidad empieza a desvanecerse. Otro ejemplo: Hoy desayuné lo que le sigue de exquisito. Hasta te comparto en esta publicación, en la foto de la semana, un huevito ranchero que magistralmente me cocina mi Paty, quien me ayuda en casa. Estoy consciente que dura tan poco el tiempo en que desayuno, aunque desayune despacito, que adelantándome al poco tiempo que dura tantísimo gozo por disfrutar de un platillo que a mí, muy particularmente, me encanta, es que me preparo mentalmente minutos antes de empezar, mientras huele todo el comedor a la salsa recién hecha, específica para bañar a mi huevito ranchero, ese en su tortilla frita, con poquitos frijolitos untados y una rebanada muy delgada de pechuga de pavo, todo súper calientito, para que en cada mordida, solo esté diciendo mentalmente, con mis ojos cerrados: "Gracias, gracias, gracias...". Y así, en cada mordida. Y de repente... me lo acabé. Aquí, entre nos, estaba tan exquisito que tuve que pedir otros dos más. En fin, el mensaje es el mismo: mi felicidad explotaba en un gran gozo durante cada mordida, superconcentrado en el proceso de irme comiendo (nótese el gerundio), y jamás mi objetivo fue: ¡Lo logré, ya me eché tres huevos rancheros, lo logré! ¡No! Jamás fue así. De hecho, cuando me los terminé, la felicidad y el gozo empezaron a desvanecerse.
"La felicidad se esconde en el proceso, en el camino, nunca en la meta".
–Alejandro Ariza Z.
Nos han hecho creer lo contrario, que la felicidad se logra al alcanzar una meta y que "lo que tengamos que pagar" en el proceso hay que hacerlo, nos guste o no; y así, nos han creado la costumbre de llamarle: "sacrificio" a todo ese esfuerzo del proceso, por eso también nos entrenaron a decir: ¡Valió la "pena"! Esta es una de las creencias más falsas de la vida que nos han heredado y te quise dedicar mis pensamientos y palabras de hoy, iniciando mes, para desmitificar esto. No es que haya valido la pena... sino más atinado y justo sería afirmar categóricamente: "¡Valió el gozo!". ¡Sí! ¡Empieza a hablar así, aunque les andes dando un calambre cerebral a quienes te escuchen! Parecido al que yo te acabo de dar a ti. Cuando empieces a decir "Valió...", la gente ya estará esperando el clásico "...la pena". Hasta tú sentirás la inercia de la costumbre. Pero con una nueva conciencia de la realidad, podrás afirmar enfáticamente y lleno de verdad: "¡Valió el gozo!". Porque te detuviste, superconcentrado, con atención plena, a hacer conciencia de tu proceso, ese que te está dando la oportunidad de forjarte, esos momentos en que te estás construyendo. La meta es un espejismo de éxito, el verdadero éxito en la vida es hacerte consciente de lo que estás haciendo contigo mientras un proceso sucede.
Inicia este diciembre con esta nueva conciencia y me platicas qué tanto disfrutas la vida... qué tanto más. Si buscas felicidad, busca donde hay, no donde un mito nos ha ilusionado con encontrarla.
Parece un juego de palabras, pero fijarse una meta no es para lograrla como fuente de felicidad, sino como oportunidad para vivir la dicha y el gozo del proceso, donde la felicidad realmente reside.
Podría apostar que muchas veces te ha pasado que te planteaste una meta, y una vez que la lograste, dijiste muy en privado y para tu interior: "¿Esto era todo?". Y es que seguramente sentías más emoción con la ilusión de lograrla que con haberla logrado. La felicidad se esconde en el proceso. Y precisamente por esto es que, cuando te acerques a cumplir una meta, antes de lograrla, ya ve planeando la siguiente… pero para vivir más tiempo en procesos.
Ponte metas para este mes que tenemos la dicha de volver a iniciar, pero descubriendo que la felicidad radica en tu atrevimiento a actuar. Como dijo Amelia Mary Earhart, profesora, conferencista y pionera de la aviación estadounidense, la primera aviadora en volar sola a través del océano Atlántico: "Lo más difícil es la decisión de actuar. El resto es mera tenacidad…, actuar, el proceso de la acción, es tu recompensa".
Hace unos momentos envié un wasap a un grupo muy pequeño de personas, tan solo ocho, que han seguido mis sugerencias para invertir en un sistema privado de inversión inteligente, de lo mejor que he conocido en el apasionante mundo de las inversiones, y tan solo les dije: "Te felicito por tu atrevimiento, por tu capacidad para creer en mí y seguir mis sugerencias, pero mira el origen de todo: tu acción para invertir, tú eres el origen de tu propio éxito, y ahora mira la consecuencia de tu proceso, qué bendita manera de iniciar un mes lleno de seguridad y paz financiera en extremo". Gente que se atrevió a hacer y sigue haciendo. He platicado de esta magna bendición con más de 25 personas. Solo ocho han actuado. Los demás se privaron de una bendición por sus miedos. Recuerdo cómo en la semana, uno de mis más fieles seguidores, me confesó: “Ay doctor, ya estaba dudando por platicar con alguien que me hizo dudar, pero recordé que es usted quien me recomendó esto y pues… ahí voy con más. ¡Gracias!”. Y me envió una foto de un enorme monto de inversión que volvió a hacer. Como me atrapo en un momento de inspiración, estaba escribiendo, rapidito le respondí en el wasap: “Manda a la (…) a quienes dudan de una bendición tan grande. Su experiencia de vida es de un tamaño tal que no les cabe una bendición así de grande. Una jícara frente a un Tsunami de bendición. Vidas y capacidades chiquitas que se han empequeñecido por su miedo. Muchos le llamarán “prevención”, otros incluso “lógica financiera”, “criterio”, pero son sus miedos disfrazados de eufemismos para no aceptarlos como tal. Además, recuerda que cuando un miedoso comparte su miedo, le hace sentirse valiente por creerse más inteligente, cuando está sucediendo todo lo contrario. Qué ironías, ¿no?”.
Mi fiel seguidor se emocionó de recibir mi respuesta diciéndome: “Doctor, qué bendición leer sus siempre acertadas palabras”.
Para mí es un placer.
Retomando el tema, usando el ejemplo de mis seguidores, aparenta ser gran fuente de felicidad ver el resultado de sus enormes beneficios económicos, pero la verdadera dicha fue el atrevimiento a actuar y ¡actuaron! El proceso es en donde se esconde la felicidad. El proceso realizándose es la verdadera recompensa. No lo olvides.
¡Emoción por existir!
P.D.: Estoy emocionadísimo porque ya el próximo lunes publico la segunda parte de mi amplio artículo: Tu recurso más preciado, sobre la atención y la concentración. Luego de más de un año, lograré publicar mis más interesantes hallazgos estudiando a otro de mis grandes maestros, Joseph Campbell. Espero que aproveches en suscribirte con la económica membresía de paga VIP, la única manera de leer todas mis publicaciones cada semana. Solo es gratuita la primera publicación del mes, como esta, compartiendo gran valor, gratis para todos, pero si eres una persona altamente sensible y disfrutas de mi filosofía y de mi literatura, invierte en ti con un mero simbolismo de inversión, es un mero filtro de nivel de interés y conciencia. Espero verte dentro de estas publicaciones el próximo lunes, y así, todos los lunes. Siempre con algo que nos ayude a entender para vivir mejor.
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📸 La imagen de la semana
Los pequeños-grandes placeres los encuentras en tus preferencias muy personales, y los vives con atención plena a su efímera duración. ¡Vale el gozo!
🤔 La frase de la semana
“Come mientras puedas”.
–Gustavo Lastra.
Gracias doctor, que hermosa lectura me hizo, llorar de emoción, extraños sus podcast, los domingos los escuchaba con mi madre, decía que era nuestro sermón de la semana. Gracias por esa emoción.