La conexión.
En días pasados una paciente de primera vez me hizo un comentario que se me figuró bastante “original”, de las cosas que escucho pocas veces en consulta, me dijo que uno de sus más grandes deseos sería volver a sentir esa “conexión especial” con Dios. Primero que nada, si quería “volverla a sentir”, entonces ya había vivido la experiencia previa, eso era una buena noticia. En algún momento de su pasado ya la había experimentado. Ahora el reto consistía en analizar cómo se “desconectó” y hallar la manera de volver a entablar la conexión.
Esta consulta de inmediato me hizo recordar un meme firmado por @morrillodavid19 que días atrás se me apareció en mi feed de IG (confiero el crédito al autor). Decía algo más o menos así:
“¡Quiero que comprendas esto! ¿Qué es un celular sin conexión, con red bloqueada? Sólo un aparato tecnológico sofisticado, prácticamente inútil.
¿Qué es un ser humano sin conexión con La Fuente y sus chacras bloqueados? Sólo un aparato orgánico sofisticado, prácticamente inútil.
Nuestra capacidad para cumplir nuestro propósito se resume en la calidad de nuestra conexión”.
¡Me encantó! De esos mensajes breves pero sustanciosos y por ello lo quise compartir aquí contigo, un verdadero ArizaTip: gran parte de tu valor radica en la conexión que logras con Dios transformándote en un medio para que otros lo escuchen.