De verdad que “los tiempos de Dios son perfectos”. Si alguien me hubiera dicho que una conferencia que diseñé hace 15 años, se perdería y reaparecería cuando más se necesita escuchar, me sería difícil creerlo. Y esto acaba de suceder. Hoy, en estos tiempos tan desafiantes y donde los medios nos enfocan sólo en la tragedia, misma que es real, ¡cuán valioso es que algo nos reenfoque al lado positivo y esperanzador de la vida que también es real y también coexiste hoy en día!
Piensa, cree y manifiesta abundancia.
Piensa, cree y manifiesta abundancia.
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De verdad que “los tiempos de Dios son perfectos”. Si alguien me hubiera dicho que una conferencia que diseñé hace 15 años, se perdería y reaparecería cuando más se necesita escuchar, me sería difícil creerlo. Y esto acaba de suceder. Hoy, en estos tiempos tan desafiantes y donde los medios nos enfocan sólo en la tragedia, misma que es real, ¡cuán valioso es que algo nos reenfoque al lado positivo y esperanzador de la vida que también es real y también coexiste hoy en día!